Cómo almacenar correctamente el hielo
¿Habías pensado alguna vez que hay unos requisitos para almacenar el hielo? Seguro que te ha pasado que se te ha puesto el hielo pegajoso porque ha estado en contacto con el exterior, ha subido la temperatura, ha soltado un poco de agua y se han pegado unos con otros.
Son pequeñas cosas que, aparentemente no tienen importancia, pero que luego repercuten en el resultado. Hay pequeños trucos muy sencillos que pueden ayudarte a conservar el hielo más tiempo sin derretirse. Pero ¿qué pasa con los hielos secos? Necesitas almacenarlos en contenedores isotérmicos que son recipientes fabricados con polipropileno y deben ser aptos para estar en contacto con alimentos ya que suelen utilizarlos mucho en la industria alimentaria porque conservan muy bien el frío y el calor. Son ligeros pero rígidos y resistentes.
Pautas para conservar bien el hielo seco
- Si vas a manipular el hielo con las manos, debes usar guantes para evitar dañártelas. El hielo en su punto de congelamiento está a -78 grados
- Envolver el hielo en una toalla. Ayuda a ralentizar la posibilidad de derretirse
- Meterlo y transportarlo en una caja isotérmica
- Rellenar los espacios vacíos con papel arrugado
- Buscar un lugar fresco para dejarlo.
Y si te ha sobrado, ¿cómo te deshaces del hielo seco?
Lo primero que debes saber y si ya lo sabes, te lo recuerdo es que el hielo seco es dióxido de carbono, por lo que si te ha sobrado, ya no puedes volver a utilizarlo, pero tampoco puedes deshacerte de él de cualquier forma.
Olvídate de tirarlo al retrete, ni en fregaderos o alcantarillas ya que el cambio de temperaturas dañará las estructuras. En este sentido, tampoco puedes depositarlo en lugares que pueda estar al alcance de personas o animales. Ni dejar que se derrita en ambientes cerrados. Así que la opción más recomendable es echarle agua tibia y esperar que se vaya diluyendo poco a poco hasta que se convierta en gas.